Pues a mí me parece muy acertado. Mucho. A mí de hecho lo que más pena me da de lo que va a pasar, supongo que más pronto que tarde, es que se va a ir mal de aquí, cuando debería haberse ido hace un tiempo y que todos guardásemos un buen recuerdo de quien, con sus aciertos y sus errores, ayudó a sacarnos de la mierda en la que estábamos. Ahora va a acabar ésto como el rosario de la aurora, no sé si bajando, si no bajando, pero se irá con mucha gente cabreada, y me da pena, porque la verdad que no creo que se lo merezca. Debió irse este verano, muchas gracias por el tiempo aquí, te guardaremos cariño siempre y a empezar otro proyecto, pero no, los de arriba no tuvieron huevos, y a ver qué pasa, porque el otro buen momento para cambiar un entrenador es ahora que hay 15 días para trabajar y tampoco lo van a hacer, así que nada, esperaremos a que se ponga de uñas el campo, que este hombre se vaya entre abucheos e insultos y entonces lo cambiarán, lavándose las manos hipócritamente. Yo no tengo ninguna duda de que lo hace lo mejor que puede, pero está claro que hay muchas cosas que no funcionan y mucho jugador acomodado, ahora, el que siga ahí no es culpa suya. El sábado estaba recordando la última vez que de verdad iba al campo tranquilo y a disfrutar, no era capaz de acordarme, y me dió mucha pena.
José Alonso, de hecho se me olvidó citar que Preciado podría ser un buen político, no cabe duda que tiene carisma. Al menos, si se le ocurriera presentarse a alcalde, yo ya lo veo en el pleno...
También creo que si se hubiera ido como un héroe hubiera terminado regresando al Sporting más tarde o más temprano.
Es una pena que los cambios de entrenador, como dice Geloas, se hagan por las malas. A veces llega un límite que uno ya no tiene más que aportar al equipo, ha encontrado su techo, y entonces hay que darle el relevo. No creo en la teoría de "Ferguson".
La crítica de miel puede gustar a todos según se entienda... ;-)
Preciado es un boxeador de la vida, encaja un golpe, se levanta y se prepara para golpear otra vez. Y eso siempre es digno de elogio.
Deportivamente tengo mis desavenencias con él, la última la del sábado, pero estoy convencido de que nos va a dejar en Primera otra vez. Yo también me hubiese ido el año pasado, después de aquella segunda vuelta te vas de aquí por la puerta grande y comenzamos otro proyecto. Se irá este verano, primero porque no es tonto y sabe que aquí ya tiene más que perder que ganar, y segundo porque yo por lo menos tengo ganas de ver sabia nueva en el banquillo. Eso sí, espero que el sustituto suponga de verdad un salto de calidad y que se le deje trabajar como a Preciado, sino a la primera brisa nos vamos fuera.
Lo que sí tengo claro es que el techo deportivo de este equipo no depende de quien esté en el banquillo, sino del Consejo. Y lamentablemente creo que con esta filosofía de jugar a que haya 3 peores ya hemos alcanzado nuestro tope.
¡Atención!, no me he vuelto preciadista, únicamente pensé en analizar el porqué de que haya gente tan encantada con Preciado, desde mi punto de vista.
ResponderEliminarCuando la crítica parece miel se demuestra el ingenio jeje
ResponderEliminarY para el pueblo… el enunciado ya da juego. De mano pensé que se presentaba a las elecciones en Honduras, Guatemala o cualquier país de Centroamérica.
ResponderEliminarPues a mí me parece muy acertado. Mucho. A mí de hecho lo que más pena me da de lo que va a pasar, supongo que más pronto que tarde, es que se va a ir mal de aquí, cuando debería haberse ido hace un tiempo y que todos guardásemos un buen recuerdo de quien, con sus aciertos y sus errores, ayudó a sacarnos de la mierda en la que estábamos. Ahora va a acabar ésto como el rosario de la aurora, no sé si bajando, si no bajando, pero se irá con mucha gente cabreada, y me da pena, porque la verdad que no creo que se lo merezca. Debió irse este verano, muchas gracias por el tiempo aquí, te guardaremos cariño siempre y a empezar otro proyecto, pero no, los de arriba no tuvieron huevos, y a ver qué pasa, porque el otro buen momento para cambiar un entrenador es ahora que hay 15 días para trabajar y tampoco lo van a hacer, así que nada, esperaremos a que se ponga de uñas el campo, que este hombre se vaya entre abucheos e insultos y entonces lo cambiarán, lavándose las manos hipócritamente. Yo no tengo ninguna duda de que lo hace lo mejor que puede, pero está claro que hay muchas cosas que no funcionan y mucho jugador acomodado, ahora, el que siga ahí no es culpa suya. El sábado estaba recordando la última vez que de verdad iba al campo tranquilo y a disfrutar, no era capaz de acordarme, y me dió mucha pena.
ResponderEliminarJosé Alonso, de hecho se me olvidó citar que Preciado podría ser un buen político, no cabe duda que tiene carisma. Al menos, si se le ocurriera presentarse a alcalde, yo ya lo veo en el pleno...
ResponderEliminarTambién creo que si se hubiera ido como un héroe hubiera terminado regresando al Sporting más tarde o más temprano.
Es una pena que los cambios de entrenador, como dice Geloas, se hagan por las malas. A veces llega un límite que uno ya no tiene más que aportar al equipo, ha encontrado su techo, y entonces hay que darle el relevo. No creo en la teoría de "Ferguson".
La crítica de miel puede gustar a todos según se entienda... ;-)
Preciado es un boxeador de la vida, encaja un golpe, se levanta y se prepara para golpear otra vez. Y eso siempre es digno de elogio.
ResponderEliminarDeportivamente tengo mis desavenencias con él, la última la del sábado, pero estoy convencido de que nos va a dejar en Primera otra vez. Yo también me hubiese ido el año pasado, después de aquella segunda vuelta te vas de aquí por la puerta grande y comenzamos otro proyecto. Se irá este verano, primero porque no es tonto y sabe que aquí ya tiene más que perder que ganar, y segundo porque yo por lo menos tengo ganas de ver sabia nueva en el banquillo. Eso sí, espero que el sustituto suponga de verdad un salto de calidad y que se le deje trabajar como a Preciado, sino a la primera brisa nos vamos fuera.
Lo que sí tengo claro es que el techo deportivo de este equipo no depende de quien esté en el banquillo, sino del Consejo. Y lamentablemente creo que con esta filosofía de jugar a que haya 3 peores ya hemos alcanzado nuestro tope.