Mareo: ¿cantera?


Vista de las oficinas de Mareo, en la actualidad.

Recientemente el Sporting B ha consumado el descenso de categoría a la Tercera División. Emilio de Dios, muy en boga ultimamente ha expresado su disgusto con ello, como no podía ser de otro modo, comentando que a el ''le gustaría que existiera una categoría de filiales''. Esta argumentación solo puede hacerla alguien que aun tenga la mentalidad de Segunda División, cuando el Sporting debía enfrentarse a humillantes partidos contra filiales de otros equipos de Primera.

Más allá de la categoría idónea para el Sporting B, se supone que la categoría óptima para el filial de cualquier equipo es la más alta posible, en este caso la Segunda. Aunque no obstante, ganar títulos o lograr ascensos NO es el objetivo de la cantera. Suena a tópico, pero el objetivo real y principal de una cantera de un equipo de primer nivel es el de surtir de jugadores al primer equipo.

Formar jugadores de modo que cumplan con el perfil del primer equipo, con unas características, y una filosofía concreta y definida. Cuando el año pasado se prescindió de Abelardo al mando del Sporting B, pero no solo cesándole, si no expulsándole del Sporting, quedó sentada la base de lo que los dirigentes actuales del Sporting esperan de la cantera.

Abelardo pretendía seguir una filosofía que había estado arraigada en Mareo hasta mediados de los 90: jugar bien al fútbol, y tratar bien la pelota. Abelardo no compartía la idea de que la permanencia del Sporting B en Segunda ''B'' fuera el objetivo principal, si no que defendía aquello de que lo principal era formar jugadores. Los dirigentes del Sporting no creyeron lo mismo, y así, Javier Vidales, regresó al Sporting B con su formula resultadista. Conclusión, el Sporting B se salvó la temporada 2009-2010, pero descendió en la temporada 2010-2011.

Cierto es que Nacho Cases subió al primer equipo, pero Cases llevaba ya desde 2005 en el Sporting B, con lo que no se puede atribuir ningún éxito en ello a Vidales, ni mucho menos a Emilio de Dios, que repetidamente pasó por alto a este jugador una vez más, tal vez porque no estaba representado por Pepe Mesas o Eugenio Botas. Tampoco se le escapa a nadie, que muchas veces a Mareo no se llega siendo un buen jugador de fútbol, si no siendo hijo de-, o mediante algún tipo de contacto, lo cual constituye una lacra silenciosa que no por común es menos perjudicial.

Por otro lado, recientemente se ha publicado una noticia en La Voz de Asturias (gracias a José Alonso por informar de ello), en la que el periodista J. Gancedo acusa al Sporting de no pagar a los empleados de las categorías inferiores, ni tampoco a los jugadores juveniles de fuera de Gijón:

Mareo se ha convertido en un auténtico desgobierno. Los entrenadores de las categorías inferiores llevan seis meses sin cobrar (el último pago fue en diciembre) y los juveniles que residen fuera de Gijón no han percibido ni un solo euro de gasolina (como suele ser habitual) desde principios de temporada; los responsables de la Escuela han llegado a comentar a algunos de los afectados que “después, cuando lo cobréis todo junto, os prestará aún más”.


(ver la noticia entera en: http://www.lavozdeasturias.es/deportes/Desaguisado-Mareo_0_496150456.html)

Por tanto, el interrogante fundamental es, ¿para que quiere el Sporting la Escuela de Mareo?. Los máximos mandamases del Sporting parecen demostrar que su interés básico en Mareo no es otro que el de hacer caja pura y duramente.

Sin embargo, aunque el objetivo actual que plantea la directiva sea ese, si se empieza a descuidar la organización necesaria para el funcionamiento productivo de una cantera deportiva, los resultados serán finalmente, que ni el primer equipo se nutrirá de jugadores, ni el club recibirá ingresos mediante la venta de jóvenes valores.

Comentarios

  1. Desceder no debería ser traumático siempre y cuando se tenga como objetivo prioritario la formación de futbolistas para el primer equipo. Lo que no se puede permitir es que el un filial jugase este año igual que el Barakaldo, intetando plasmar en el campo un juego de contacto en el un equipo joven tiene todas las de perder.

    Adelantar los ciclos y tener juveniles en un filial puede valer para justificar un descenso, pero insisto, el fútbol desarrollado este año no es justificable.

    Hay que plantearse qué hacer con Mareo y el filial. No estaría mal volver a abrir la residencia de jugadores.

    Por cierto, parece que lo de los técnicos de Mareo es una colada de Gancedo, ellos saben que se sobra cada 6 meses. De todos modos que Vega-Arango lo va a cambiar ahora.

    Saludos.

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