Una imagen del partido de ayer, con Mario González como protagonista. (Foto: El Comercio). |
El partido de ayer no fue ninguna decepción, al menos para el que escribe estas líneas. Y no lo fue por el hecho de que uno ya no cree en los milagros. Milagro que hubiera supuesto que el actual planten del Sporting aporte mayor chispa ofensiva que las actuaciones por la banda de Hassan, oasis en el desierto entre nulidad en ataque.
Después de una temporada gris, en la que Ramírez logró sacar un rendimiento bastante rentable a una plantilla de pocas o ninguna pretensión, para Sr.Sportinguista, que el Sporting haya alcanzado el Playoff ya fue una auténtica sorpresa. El tratamiento de una parte de la afición hacia el actual entrenador del Sporting es un tanto injusta, y poco coherente. Tal parece que aquí cualquiera que sea de verdad un entrenador de fútbol y no de barra de chigre, siempre va caer mal.
Aunque los resultados de la temporada en duelos particulares contra el Espanyol hayan otorgado al Sporting una cierta expectativa, la cosa cambia de forma evidente cuando se trata de una eliminatoria, en la que, a parte de la superioridad de plantilla del conjunto de Cornellá se suma la ventaja en la clasificación. Recordemos que en caso de empate en el resultado global, después de la prórroga no habría penaltis, y el Espanyol pasaría a la final. Así pues, al Sporting solo le vale la victoria por 2 goles de ventaja en la vuelta, una misión que sobre el papel parece bastante complicada.
Quizá aún no sea el momento de empezar a hacer la crítica de la temporada, pero hay varias notas que ya no van a cambiar mucho, a pesar de que -y ojalá- en el partido de vuelta esta semana haya un vuelco inesperado de los acontecimientos. Volviendo a Ramírez, el canario ha hecho un buen papel de nuevo. Es un entrenador gris, si, pero a fin de cuentas ha logrado algo más de lo que podría esperarse con un equipo sin aspiraciones. El poco recorrido de la planificación de esta temporada queda más o menos retratado con el principal refuerzo invernal de esta campaña: un delantero con escasa experiencia profesional, que venía de no jugar apenas nada en el conjunto norteamericano de Los Ángeles FC en la MLS, -Mario González, alias "el pistolero". No fueron pocos los parroquianos que de un modo o de otro se ilusionaron con este fichaje, con 6 goles marcados en el Tenerife en la mitad de la 2021/2022 como máximo bagaje en España en Segunda División.
Así, hasta ahora, parece que el grupo Orlegi sigue por el mismo camino que los anteriores propietarios, funcionando con otros intereses distintos al fútbol, pero con mejor marketing que la familia Fernández, y con las miras puestas ya no en Mareo, si no en los terrenos que ocupa el Molinón. El fútbol está ahí, porque es un equipo de fútbol, pero el caso es que parece solo es una excusa para obtener dinero barato.
La realidad es que, si queremos de verdad al Sporting, deberíamos de querer lo máximo. Y lo máximo no se va lograr renovando el abono a ciegas sin ver un proyecto de verdad solvente e ilusionante de cara a la siguiente campaña.
Mucha suerte para el jueves.
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