Mis opiniones son una mierda, pero son mías

Mapa de la "Tierra Plana" del siglo XIX. En aquellos años aun había muchas personas que creían que la Tierra era plana.

Alguno, o más de uno (o una, no sea que me llamen machista todavía), se preguntará que como llego a las opiniones tan "raras" que escribo en este blog desde 2009. Lo primero, es que si, claro, estoy de acuerdo que son "raras", y esto se debe a que son mis opiniones, que intento que sean propias y libremente formadas sin dejarme llevar por modas, o corrientes de opinión, generadas por los que las generan (en Gijón: El Comercio y la SER). Y hablo del tema del fútbol, porque hoy casi nadie tiene la suya propia, ni mucho menos el que suscribe sobre muchos temas (infinitos seguro), porque tenemos la sesera muy comida para que todos asumamos como propias las opiniones de la mayoría, y de la corriente.

Las opiniones son personales, y deberían estar construidas en base al buen juicio de cada uno, el problema es que no lo son. Por eso, cuando alguien opina algo diferente a la masa, ya es motivo de discusión, lo cual si es en un modo pacífico, constructivo y amistoso es hasta divertido. El éxito máximo de los generadores de corrientes de opinión se produce cuando hay quien se indigna tan severamente que hasta llega a escribir un comentario solo para insultar, entonces, la fidelización de esa persona con la idea ya es máxima, y la efectividad del que crea opinión, óptima.

Aquí, como digo, en Gijón, tenemos quienes bombardean a diario desde las ondas a menudo con algún comentario malintencionado entre medias, puesto que hay quien no se dedica solo a informar como debería ser la ética del periodísta auténtico, si no a crear la opinión de la afición y a manipularla a diario. El respaldo viene impreso, y a veces hasta televisado, y por su puesto, a través de internet. Todo ello bien aderezado con los valores y la idiosincrasía local, que camuflan perfecta e hipócritamente la intención de quien pretende hacerse pasar por un mero informador.

Por eso, cuando usted, señor o señora lector-lectora de Sr.Sportinguista, crea que una de mis opiniones son una soberana y gran mierda, párese un segundo y piense, si acaso, la opinión que tiene usted, no será precisamente también una mierda, pero en este caso no la suya, si no la mierda que otro le ha cagado en el cerebro para que no pueda opinar otra cosa.

Y escribo esto, no por justificarme, ni importarme demasiado lo que piensen de mis opiniones, si no, porque creo que todos deberíamos reflexionar un segundo siempre y pensar (no solo con el fútbol):

¿Esto es así o me lo han hecho creer que es así?.

Y saber que todos somos capaces de tener  nuestra propia opinión. Es cuestión de querer.

El hombre de hojalata del Mago de Oz, creía que no tenía corazón, pero realmente lo tenía como todos, solo que no lo sabía.