Hablando de... ellos (los árbitros)

Ilustración del caricaturista Walter Salomón de El Salvador, sobre el amaño de partidos.
Voy a hacer algo que no suelo, hablar de los árbitros. Dado el revuelo de esta temporada contra los arbitrajes daré mi opinión al respecto. No creo que al Sporting se le haya perjudicado gravemente esta temporada "a conciencia", esto es con conocimiento de causa, mediante una "mano negra" que oriente en silencio las decisiones arbitrales, y que dirija unas equivocaciones puntuales en partidos determinantes. Los árbitros son mediocres, muy mediocres, eso es lo que he visto.

Por ejemplo, si esto hubiera sido así, que haya "algo", esta jornada pasada, Bernardo hubiera sido expulsado por doble amarilla en el momento del penalty, cuando no fue así. Y me explico. Desde hace ya mucho tiempo, creo que la Segunda División del fútbol español está especialmente manipulada, de modo, que cada temporada, o al menos en algunas temporadas, ha dado la "sensación" de que algunos equipos "tenían que tenerlo más fácil para subir a primera", y además, parece que algunos equipos, lo sabían, o parecían actuar de una forma muy sospechosa. ¿Las casualidades existen?. En Segunda, como la presencia de medios es menor, tanto las mediocridades, como las cosas raras, pasan más desapercibidas.

A mi, que he visto al Sporting a lo largo de los años, recuerdo el ejemplo más sangrante de lo que puede ser este amaño, y digo puede ser, porque evidentemente carezco de pruebas para afirmarlo tajantemente, tan solo lo que la lógica de un aficionado observador al fútbol puede deducir, suponer o teorizar. Ese partido fue el Sporting - Numancia de la temporada 2002-2003. Aquella temporada, si bien fue de lo más irregular para el equipo rojiblanco, lo cierto es que al final se pudo haber rozado el ascenso (como tantas veces hasta 2008). El partido clave fue aquel Sporting - Numancia en el que si el Sporting ganaba se metía arriba de lleno, y quien sabe lo que hubiera sucedido. Curiosamente, en aquel "partido clave", el árbitro hundió al Sporting como nunca lo había visto antes, (quizá más incluso que en el desastroso arbitraje de Carmona Méndez en el Sporting - Oviedo de la 1995-1996).

El árbitro de ese partido precisamente subió luego a Primera, donde ahí sigue, y no era otro que Velasco Carballo. El caso es que el Sporting perdió por 1-2 (el gol fue de Villa), ante un Numancia que se dedicó en todo momento a calentar el partido, y que el árbitro señaló o dejó de pitar cosas muy raras, por ejemplo, un despeje de un defensa del Numancia que estaba en la línea de fondo solo. El jugador envió el balón a córner clarísimamente. Sin embargo el árbitro indicó saque de puerta, ante las iras locales.

Además, aunque el equipo visitante terminó con dos jugadores menos, Velasco Carballo permitió el excesivo juego duro del Numancia durante todo el partido, y no sancionó que un jugador del banquillo del conjunto soriano saliera a regar con agua al público que se sentaba detrás. Y luego llegó el asunto de la navaja, que como luego se descubrió, alguien de los reservas o del cuerpo técnico del Numancia arrojó al terreno de juego, producto de lo cual, cerraron El Molinón un partido (por primera vez en su historia) y el Sporting tuvo que jugar su último partido de local en León, donde por cierto fue muy bien tratado.

Por eso, a mi, desde hace tiempo, creo que la Segunda División es la antesala de la Primera División, y que en el mundo actual, los criterios que se aplican a una competición tan mediática como la Primera, condicionan lo que ocurre en Segunda. Es decir, a los que manejan el dinero no les interesa que funcione como una mera competición de corte exclusivamente deportivo, si no que el mercado y el capital tienen unos intereses que no siempre coinciden con los logros deportivos. De esta forma, si según los estudios, alguien va a ganar más dinero si unos determinados equipos suben a Primera, puede ser que ese alguien intente que sean esos los equipos que suban, o que lo tengan más fácil.

Ya se sabe que si alguien cree que va a vender más partidos si en Primera están tal o cual, le interesa más. Tampoco parece que interese que en Primera se perpetúen siempre los mismos, si no que haya variedad, para que aquellos aficionados "externos", es decir los que no son aficionados futboleros fijos, se enganchen al espectáculo, y la cartera de clientes se "diversifique", osea que el fútbol guste a más gente, con lo cual haya más clientes y se gane más dinero.

¿A dónde quiero llegar?, pues que si no me quejo de los árbitros, es porque ya estoy harto de un tema que tengo asumido hace mucho tiempo, y que a menos que dejemos de "consumir fútbol" nunca va a cambiar. Tenemos que saber que somos el Sporting, y que los árbitros nos van a perjudicar un día, y otro, y a lo mejor al tercero nos benefician y así seguirá siendo. Y preocuparnos y protestar, porque los que "cortan el bacalao" sean de una vez sportinguistas y trabajen por la construcción de un club de verdad, no otro negocio más.

Pero difícil lo veo.

Comentarios

  1. Es un problema de mediocridad, que duda cabe. En cada partido se ven decisiones que no siguen un rumbo fijo, es decir, si una carga lateral es falta (a Mandi le pitan 100 al año) la siguiente ha de serlo, y resulta que no lo es. La falta de criterio es desquiciante porque te limita a la hora de jugar. No ver una mano, un fuera de juego, pues es normal, pero que un tío te cambie de opinión en cada jugada ya mosquea más.
    Por cierto, lo de Bernardo es mano involuntaria, para mí penalti porque no están pegadas al cuerpo (por una centésima, pero no lo están) e interrumpe el paso del balón, pero al ser involuntaria, no es amarilla (eso me ha comentado un amigo árbitro).

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