Foto: Marca
Sporting 1-1 Athletic
Una nueva desilusión.
A veces hay una palabra que define algunos partidos: injusticia. El fútbol nunca ha sido del todo justo y el Athletic de Bilbao es uno de esos equipos que sacan petróleo de partidos en los que los vascos pasan desapercibidos hasta unos minutos antes del final. El Sporting, por su parte, puso ganas y esfuerzo hasta el final, puesto que los jugadores hicieron un buen partido. El capitán, Sastre, muy criticado durante toda la temporada, sirvió de ejemplo para el resto de sus compañeros desde su banda derecha, que hoy si fue suya. El ''nuevo'' sistema con dos delanteros centros cumplió bien, demostrando que podría haber sido empleado en más partidos, eliminando por el camino rivalidades entre Bilic y Barral, un jugador este último que hubiera podido aprender mucho junto al más experimentado Bilic, más que competir con el. La defensa, se mostró solida, y lo mejor del Sporting fueron las bandas, donde otra de las novedades, Carmelo por el interior derecho, cumplió con nota el partido, aunque fue sustituido antes del final por Luis Morán. Es preocupante el estado de forma de Carmelo, que aunque durante la semana sufrió al parecer un proceso gripal, lleva unos cuantos partidos en los que simplemente se ''funde'' al acercarse la última parte de los 90 minutos.
Sin embargo, el 4-4-2 adoleció de cierta desconexión entre el medio del campo y los delanteros, lo que se hizo bastante patente en la segunda parte, sobre todo después del 1-0, donde el Athletic comenzó a aprovechar el bajón físico del Sporting para reaccionar y comenzar a crear peligro real por primera vez en todo el partido, si bien es cierto que la principal estrella de este equipo, el delantero navarro Llorente, fue sustituido con molestías antes del minuto 20.
El árbitro.
Teixeira Vitienes (cántabro), no cumplió las expectativas que muchos habían puesto en el, esperando que ''como era cántabro igual que Preciado...'' o que ''como los santanderinos no se llevan muy bien con los vascos...'' actuara en favor del Sporting. Lo peor que puede hacerse muchas veces desde la grada es meter presión al árbitro; la mayoría de las veces esto resulta contraproducente y la presión ambiental conduce al colegiado a actuar como si esta se tratase de una amenaza, y en consecuencia perjudicar al equipo local, en este caso el Sporting. Así, un claro penalty a Iván Hernández (muy parecido a uno pitado en contra del Sporting en Bilbao en la primera vuelta) fue completamente ignorado por el ''trencilla''. No me gusta hablar del árbitro, pero en este caso hay que hacerlo pues este intervino directamente en la jugada del empate, al ignorar una falta sobre Matabuena que conllevó al empate a 1 en el minuto 90. Conclusión, la nota para el árbitro: mal, pero tampoco es para echarle todas las culpas a el, como siempre hace Preciado, puesto que el partido se gana jugando, no protestando.
Los mismos errores de siempre: el equipo sigue sin ganar.
A pesar de lo que cualquier aficionado con dos dedos de frente ve, Míchel sigue ''ocupando'' su parcela del centro del campo. Matabuena lo hubiera hecho mucho mejor junto a Diego Camacho, hasta ahora la mejor pareja del centro del campo que se ha visto durante toda la temporada, pero Preciado, en un nuevo ejercicio de ''caprichismo'' se niega a mandar al banquillo (o la grada) a Míchel, que por cierto podría haber evitado el gol del empate si no pareciese que se encuentra ''en una permanente nube'' desde la que parece que la vida es maravillosa y los problemas no existen.
Los cambios, de nuevo sin lógica. Diego Camacho no puede jugar por la banda, no se explica el cambio de Matabuena por Diego Castro, que es un jugador que puede aprovechar un contragolpe, o puede poner un centro salvador (como el del gol de Bilic) o fabricar una buena jugada, pero no, Preciado opta por sustituirle por Matabuena.
Está claro que Carmelo estaba fundido, y que había que sustituirle por Luis Morán, pero, ¿no estaba fundido también Míchel?, para mi, el cambio lógico (y lo simple y lógico suele ser lo más productivo en fútbol) era sustituir a Míchel por Matabuena y a Barral por Kike Mateo, que hubiera aportado calidad y control de la pelota en un momento que se necesitaba, además hubiera sido el ''enganche'' entre la media y la delantera. Pero Preciado siguió jugando al quién es quién del Sporting y puso una vez más en práctica sus extraños cambios esperpénticos.
Me dio la impresión, al ver resúmenes, que Quini daba más órdenes de Preciado, al que creo que la situación le está desbordando (nunca terminó la temporada en 1ª con ningún equipo). Probablemente, ni el propio Manuel Preciado se explica como no le han cesado ya, y yo me pregunto, si no le harían un favor a el mismo evitándole el mal trago (que a nosotros no nos lo van a quitar).
Ficha:
Sporting 1-1 Athletic
Bilic (60) - Iraola (90)
Árbitro: Teixeira Vitienes
Alineación Sporting:
Cuéllar, Sastre, Ivan Hernández, Gerard, Jose Ángel, Míchel, Camacho, Carmelo, Diego Castro, Barral, Bilic. (Luis Morán por Carmelo, min. 84 y Matabuena por Diego Castro, min. 87)
Alineación Athletic:
Gorka, Koikili, Amorebieta, Del Olmo, Susaeta, Iraola, Aitor Ocio, Javi Martínez, Adrien Goñi, Toquero, Llorente. (Vélez por Llorente, min. 18, Goñi por Muñoz, min. 45, Del Olmo por Etxeberria, min. 61)
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